La mayoría de arquitectos, cuando empiezan a preocuparse por el marketing de su empresa, invierten demasiado tiempo y dinero en la imagen de su negocio. Se centran en tener una página web espectacular, tarjetas de visita, fotografías, … y acaban agotándose tanto mental como económicamente, quedándose casi sin presupuesto para el marketing antes de llegar a conseguir tener su audiencia.
Hace poco hablé con una firma de arquitectura que se gastó casi 10.000€ sólo en la página web, con apenas 35 visitas al mes que pudieran llegar a verla. “¡Genial!” 🤔
Existe una falta de enfoque en lo que realmente importa, o al menos en establecer prioridades, y es algo evidente: hay más búsquedas en Google para “Cómo poner nombre a un estudio de arquitectura” que para “Cómo conseguir clientes para un estudio de arquitectura”.
Y sí, la imagen es muy importante, pero es algo que puede venir después. Un arquitecto que conoce su modelo de negocio, así como, cuál es su principal audiencia, tiene la capacidad de conectar, interactuar con ellos y convertirlos en clientes, y no les va a importar si su página está “desfasada” durante uno o dos años.
Muchas marcas de éxito, grandes profesionales o incluso empresas líderes no tienen ni la mejor página web ni el mejor branding, simplemente los hacen lo suficientemente buenos como para que su web y sus servicios sean fáciles de encontrar y usar, proporcionando el mayor valor posible.
El ejemplo más común es Amazon, no es ni de lejos una página web bonita, ni moderna, pero está enormemente optimizada para su uso.
Pero bueno, si consideras que tu negocio está más asentado y ya has apagado el modo “lanzamiento”, probablemente estés buscando llegar al siguiente nivel. Ahora es un buen momento para centrarte en tu marca y darla a conocer.
Más adelante hablaré sobre la importancia de acompañar la fotografía con buenos textos que muestran una historia clara sobre el proyecto, y el impacto positivo que genera.
